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Arquitectos del Reino del Oeste tiene lugar a finales del Imperio Carolingio, alrededor del 850 DC. Como arquitectos reales, los jugadores compiten para impresionar a su rey y mantener su estatus noble mediante la construcción de varios edificios prominentes a lo largo de su dominio recién designado. Los jugadores tendrán que recolectar materias primas, contratar aprendices y vigilar a sus trabajadores. Son tiempos traicioneros. Los arquitectos rivales no se detendrán ante nada para frenar tu progreso. ¿Te mantendrás virtuoso o acabarás en compañía de ladrones y contrabandistas?

Arquitectos del Reino del Oeste tiene lugar a finales del Imperio Carolingio, alrededor del 850 DC. Como arquitectos reales, los jugadores compiten para impresionar a su rey y mantener su estatus noble mediante la construcción de varios edificios prominentes a lo largo de su dominio recién designado. Los jugadores tendrán que recolectar materias primas, contratar aprendices y vigilar a sus trabajadores. Son tiempos traicioneros. Los arquitectos rivales no se detendrán ante nada para frenar tu progreso. ¿Te mantendrás virtuoso o acabarás en compañía de ladrones y contrabandistas?

En Arquitectos del Reino de Oeste: Maravillas de la Construcción, constructores de todas partes han viajado para participar en la última empresa del Rey: cinco gloriosos monumentos para embellecer la ciudad. Sin embargo, no puede encargarse de esta tarea un arquitecto cualquiera. Solo aquellos con influencia y con un reconocido espíritu caritativo recibirán este gran honor. ¿Acompañarás a la Princesa mientras supervisa los proyectos o conseguirás el apoyo del escurridizo Usurero?

Construye el reino, defiende sus fronteras y aumenta tu influencia por todas las tierras.

Añade dos nuevas casas, los Ixianos y los Tleilaxu, con el que podremos afrontar distintas nuevas estrategias en nuestras partidas. Además, en esta expansión encontrarás nuevas mecánicas de juego para ayudarte a obtener ventajas sobre tus rivales.

Happy Salmon es el vertiginoso juego de cartas que hace que, durante apenas dos minutos, nadie pare de moverse y reír.